Hoy tocaba trasladarnos de hotel. De Sanxenxo teníamos que ir a Noia (A Coruña). Evidentemente, por el camino íbamos a hacer unas cuantas paradas. ¿Comenzamos?
La primera parada la hicimos en Boiro.
Después subimos al mirador de A Curota. Las vistas no podían ser más impresionantes, y eso que estaba el día nublado. No quiero ni pensar como será con el cielo despejado...
Dunas de Corrubedo.
Cabo de Corrubedo.
Y por fin llegamos a Noia. Hicimos el check-in en el hotel y comimos en un restaurante del pueblo que nos recomendó la chica del hotel. Se llamaba O Forno y comimos de maravilla, además de ser un restaurante muy acogedor y los camareros muy agradables. Gran recomendación que nos hizo, y que os hago yo ahora por si vais a Noia. Además el pueblo es muy bonito.
Y con el estómago bien lleno, carretera y manta hacía Santiago de Compostela. Teníamos unas ganas inmensas de conocerlo, pero nos llevamos un chasco cuando llegamos a la Plaza del Obradoiro emocionadísimos y nos encontramos con la catedral llena de andamios... La ciudad es preciosa y nos encantó, pero se nos queda una espinita clavada con la catedral...
Unas compritas y a cenar y descansar en el hotel. El tercer día del viaje había llegado a su fin.
¡Hasta la próxima! Besos.