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jueves, 11 de diciembre de 2014

Viaje Agridulce

Tenéis  días libres por delante, ¿qué hacéis? ¿Qué hicisteis este puente pasado? El mío tuvo su parte dulce y su parte agria. Empecemos con este viaje…
El viernes por la tarde, cogimos el coche y muy contentos (mi chico y yo), nos dirigimos a un pueblo de Burgos a ver a unos amigos. Con muchas ganas de llegar y verlos, nos encontramos con que ella está pachucha. No pasa nada. Un poco más tarde llegó otra pareja de amigos. Allí estábamos los seis. Risas y más risas. Cenamos delicatesen, menos ella, la pachucha. Risas y más risas. Hora de dormir y descansar. Nos levantamos, nuestra amiga no se encuentra mejor. Nos anima a que el resto nos vayamos a ver Burgos y ella se queda recuperándose (y mira si se recuperó). Nos fuimos los cinco caminito de Burgos. Creo que hacía entre cero y tres grados. Nos fuimos con la fresca. Gorros, guantes, bufandas… se notaba que no éramos de Burgos. Lo primero que hicimos fue ir a ver el Castillo; que se encuentra en el cerro de San Miguel y hay unas vistas preciosas.



Entramos al castillo y estuvimos recorriendo sus cuevas y pasillos, viendo trampas y el pozo. La visita no duró más de diez minutos.
Después bajamos al mirador del castillo, en el que hay unas vistas inmejorables.





Y llegamos a la joya de la corona, la catedral.





Entramos y vimos al famoso “Papamoscas”, una figura de un hombre asomado detrás de un reloj que en las horas en punto abre la boca a la vez que mueve el brazo derecho tocando la campana.




 Al terminar la visita salimos por la entrada principal de la catedral.





Fuimos dando un paseo hasta llegar al Arco de Santa María




Cogimos unas castañas asadas (he de decir, que si había 12 castañas, 11 nos salieron malas)



Seguimos por el Paseo Espolón






Hasta que llegamos a ver a El Cid



Y nos fuimos hasta la cafetería El Bosque Encantado donde me sirvieron el Cola Cao más bonito de toda mi vida.



Con el cuerpo calentito, vuelta a casa. Nuestra amiga ya estaba recuperada, pero ahora era yo la que no me encontraba bien y pasé momentos muy malos (pero yo sin decir nada a nadie). Hora de dormir y descansar. Yo con el cuerpo revuelto y mi novio se mete en la cama y empieza a tiritar como si estuviera poseído. A mitad de la noche… malo él también. Por la mañana, nuestros amigos decidieron que esto era una epidemia y que la casa y sobre todo nuestra habitación, era la zona cero (todo esto hay que tomárselo con humor). A pesar de levantarnos revueltos y nuestra amiga como una florecilla, decidimos que seguiríamos con los planes previstos. Nos fuimos a Haro, a ver viñedos, a catar vinos… Los enfermos no catamos vinos, ni comimos nada (yo un poco de sepia a la plancha). Mi chico tenía un color de cara… decidimos irnos a casa y nuestros maravillosos amigos no nos abandonaron y decidieron que se volvían con nosotros y cambiamos los planes a una tarde de peli y manta. Compramos aquarius, jamón york, pavo y a casa. Yo me empezaba a encontrar mejor, pero mi chico empezó a tener fiebre así que, termómetro, paracetamol y a la cama. Yo pasé la noche en vela pendiente de sus tiritonas, fiebres y medicinas.
Nos levantamos, yo muerta de sueño y él mejor, con más fuerza que el día anterior. Nos tuvimos que volver a Madrid antes de lo previsto por motivos peores a una gripe.
A pesar de todo, nos lo pasamos genial, siempre es un placer pasar unos días junto a gente tan maravillosa, junto a grandes amigos. A los de Burgos, os digo que volveremos, nos quedaron visitas pendientes. Y a los de Madrid que nos vemos pronto.



¡Hasta la próxima! Besos.



1 comentario:

  1. Madre mía que puente Burgos precioso!!!.tendre que ir a verlo..pero espero que os encontréis mejor parejita.un besazo enorme..se os quiere.

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