A veces, hay que pararse, respirar, relajarse y no pensar en nada, solo disfrutar. Es como si estuviera en una burbuja alejada del mundo, no necesito nada más. Vuelves a casa con las pilas cargadas.
¿No tenéis vosotros a veces ganas de alejaros de la rutina? Pues este es el mejor remedio. Coger una mochila, el coche y al pueblo. Si no tenéis pueblo, cogéis una casa rural. Y no necesitáis nada más. Un fin de semana sin mucho que pensar y si podéis, también os recomiendo estar sin móvil, es decir, nada de whatsapp, twitter, facebook, instagram y demás redes sociales. Yo lo hice un fin de semana (reconozco que me costó un poco) y me sentí bien, liberada del ejercicio de contestar y estar pegada todo el día al aparato.

¡Hasta la próxima! Besos.
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