El 24 de Diciembre fue un día de no parar y cuando digo no parar, es no parar de beber, de comer, de reír y de hablar. Empezamos con una cañita antes de comer con nuestros amigos, comimos hasta las seis de la tarde, nos tomamos una copa en casa con dos amigos que estaban también en la comida y de ahí a casa de mis abuelos a cenar en familia. Era el primer año que venía mi chico y fue a elegir el pero porque mi abuela estaba pachucha y la noche no fue como habríamos esperado. Afortunadamente mi abuela está a día de hoy mucho mejor, recuperándose poco a poco.
Sabéis que en estas fechas me gusta lucirme, así que saqué un vestido de
Barbarella del armario y me subí a unos tacones y a disfrutar.
Y al día siguiente... sorpresa.
Hasta la próxima. Besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario