Después de leerme el libro de Roberto Leal, del que os hablé en anteriores post, he decidido que quiero hacer mi pequeño homenaje a los
dibujos, series y programas que yo veía de chiquitita y que aunque pasen los
años no olvido.
Voy a empezar por los dibujos. Los que más me gustaban, mis favoritos, los que mi madre grabó en vhs para cuando me ponía pesadita ponérmelos y que me calmara y le diera un rato de paz, los que yo ahora les pongo a los niños que cuido y que algún día pondré a mis hijos. Esos dibujos son Los Trotamusicos. ¿Quién los recuerda? O mejor dicho, ¿quién no los recuerda? Para los que no los conocéis, se trata de 4 animales: Tonto, el burro. Burlón, el gato. Lupo, el perro y Koki, el gallo. Eran músicos. ¡¡¡Pasaban mil aventuras!!! Si podéis, buscarlos en youtube.
Chicho Terremoto… ¿qué me contáis? Ese niño canijo que era un
“gran” jugador de baloncesto y que le encantaban las bragas blancas. Si, los
que no conocéis a Chicho Terremoto estáis leyendo bien, le encantaban las
bragas blancas. Se dedicaba a levantarle la falda a toda la chica que se
cruzaba en su camino, y si eran de color blanco los ojos le hacían chiribitas.
Y su frase mítica era “tres puntos colega”. Estos dibujos también deberíais
buscarlos en internet. Os vais a reír.
Oliver y Benji. Si, la afición por el fútbol ya me venía
desde pequeña. Esos partidos interminables en los que Oliver se tiraba 2
episodios para marcar (o no) un gol… Gracias que el fútbol real no es así
porque a mí me daría un ataque al corazón, os lo aseguro.
Llegamos a los clásicos, a los dibujos que vieron nuestros
padres también. Heidi… esa niña con coloretes que vivía con su abuelito (un
tanto gruñón) en los Alpes suizos rodeada de ovejas, cabras… y su perro,
Niebla. Tenía un amigo que se llamaba Pedro y que le llama a gritos más de dos
veces. Claro, ahí en los Alpes está todo muy lejos. También tenía una amiga,
Clara, que iba en silla de ruedas, y siempre ha sido una incógnita como llegó
esa chica a subir por esas montañas tan empinadas para vivir con Heidi. Eso sí,
Clara se recuperó y volvió a andar (perdón por destriparos el final feliz de
esta muchacha).
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Este es el momento en el que Clara se pone de pie por primera vez. |
Y el otro clásico… Marco. ¿Alguien sabe si llegó a encontrar
a su madre? Para los locos que no hayáis visto nunca Marco, os diré que es un
niño italiano que vive con su mono, que se llama Amedio y que su madre se
marcha a Argentina para trabajar. Al cabo de un tiempo, Marco no recibe señales
de su madre y decide embarcarse en la aventura de buscarla. ¡Ahí es nada! Así
que, niño y mono a recorrer lugares y vivir aventuras y desventuras. Por favor,
que alguien me cuente si encontró a su madre, estoy en un sin vivir.
Ahora os hablo de los dibujos más bonitos, tiernos, inocentes... los Rugrats. No me pueden gustar más. Unos cuantos bebitos que en su mundo de inocencia se imaginan cada historieta... ¡los adoro! Pero espero que mis hijos no salgan así de imaginativos... Estos también deberíais buscarlos y verlos porque os van a encantar.
Y aquí va el clásico de los clásicos... Los Simpson. ¿Quién no ha visto alguna vez a esta familia amarilla? Los que seáis fans como yo de estos dibujos, habréis visto cada capítulo 20 veces, os sabréis los diálogos, y aún así, nunca os cansáis de verlos. De Lunes a Domingo a las 14:00 en Antena 3, estamos todos pegados a la tele viendo a esta alocada familia. Por cierto, adoro a Maggie Simpson.


Con este repaso a los dibujos, hemos tenido suficiente por hoy, pero no se queda aquí. En próximos posts hablaré sobre las series y programas mi infancia.
¡Hasta la próxima! Besos.