Noveno Aniversario

Hoy me levanto resacosa de felicidad. Ayer fue mi aniversario, nueve años junto a la persona que más quiero en este mundo, el noveno aniversario con mi novio.

Ayer fue nuestro día, y teníamos que salir a celebrarlo. Antes de nada os cuento mi look, al cual, llevaba dos semanas dándole vueltas, porque entre olas de frío, lluvias y nevadas, me traía por la calle de la amargura. Desde el primer día que empecé a pensar que me pondría en esta ocasión tan especial, sabía que iba a estar el vestido que me regalaron en Reyes, ahora solo faltaban los acompañamientos.

Esto fue lo primero que conjunté y directamente decidí que iba a ser así como iría ese día.

A mi parecer, quedaba perfecto, me encantaba. Estaba decidido desde el primer momento en que vestí a mi maniquí de hierro. Pero el lunes dijeron que el miércoles venía una ola de frío (como si ya hiciera poco frescuni), así que tuve que pensar en segundas opciones, pero sin quitar el vestido.

Y estas son las opciones que me salieron. Añadir leggins, cambiar de abrigo...

 Al final el elegido fue este...

Botas altas para no pasar frío en los pies (sobre todo por si llovía o nevaba) y el abriguito de paño que es más calentito.
Así que de esta guisa me fui a buscar a mi novio y a dar un paseito.

Vestido de Springfield

Collar y pulsera a juego de El Corte Inglés

Bolso Deichmann

Botas Marypaz

Abrigo de Easy Wear

Campana de la Paz (Alcobendas)

Después del paseito nos fuimos al Teatro María Guerrero a ver una obra muy especial para mí (que ya averiguaréis en próximos posts), RINOCERONTE.

El protagonista de toda la obra es Pepe Viyuela, que hace un papelón excelente. Otro de sus protagonistas es Fernando Cayo, cuyo personaje y su representación, me hicieron estremecer, emocionarme, sentir más aún el teatro en mis carnes, con la piel de gallina en cada frase... ¡Qué grande eres Fernando! No son solo ellos los protagonistas, pero quizás, sean los rostros que más conocemos. La obra es ESPECTACULAR, MARAVILLOSA, MAGISTRAL... no tengo palabras para definirla. No he salido nunca de un teatro tan entusiasmada como anoche. Interactuando todo el rato alrededor del patio de butacas, los personajes y los rinocerontes... Una pena que acabe ya este 8 de Febrero. Si encontráis entradas todavía y podéis ir, os lo recomiendo 100%, vais a salir amando el teatro, y los que ya lo amáis como yo, vais a salir pletóricos, emocionados... Vivir el teatro así, es pura magia.

Y además el Teatro María Guerrero es precioso, desde que te sientas, ya te impregnas de esa magia que va a tener la obra.

Después de salir de la obra como flotando, nos fuimos a cenar a Platea Madrid, sitio maravilloso para cenar que ya os conté en otro post anterior.
Cuando llegamos, que ya eran casi las 23:00, nos pusimos como locos a pedir comida y nos sentamos a degustarla mientras en su escenario veíamos un espectáculo fantástico. Dibujos con arena. Seguro que lo habéis visto en alguna ocasión.

Y para beber, una pinta para mi novio y un nestea para mí (yo tenía que conducir).

Lo primero que comimos fue pizza de jamón ahumado.

¡Qué bonito estaba el escenario de Platea con ese corazón! Parecía hecho a posta para nosotros.

Continuamos comiendo hamburguesas de rabo de ternera con cebolla caramelizada. Una delicia que se te deshace en la boca.

 Seguimos con empanada de vieiras... ¡un manjar!

Y para terminar, unas croquetas de jamón.

Con la tripa llena, vuelta a casa, un poco desastrosa, pero vuelta a casa al fin y al cabo.

Fue un día maravilloso, como cada día que paso con mi chico, pero cada 4 de Febrero se hace más especial todavía.

9 años... son poquitos...